Dirigentes de la Unión Nacional
de Jubilados de Chile, UNAP, dijeron compartir el sentir del subsecretario del
Trabajo, Bruno Baranda, quien sostuvo que el ingreso mínimo mensual debería
estar hoy en día en torno a los 250 mil pesos. Al respecto, voceros de la agrupación gremial dijeron que
si bien comparten la preocupación del personero por mejorar el salario mínimo
de los trabajadores, también verían con buenos ojos y esperan que así ocurra, una
preocupación mayor por la situación que afecta a miles de jubilados y
montepiadas, cuyas rentas bordean los cien mil pesos, cifra indigna para
quienes dieron gran parte de su vida trabajando a favor del desarrollo del
país.
Efectivamente, en declaraciones a la prensa sostuvo
Baranda que, “desde el punto de vista profesional y espiritual, ningún
trabajador merece ganar el sueldo mínimo mensual” y agregó que, según su parecer, hoy día todos los servicios tienen márgenes para pagar salarios mejores.
Hablando a título personal, el
subsecretario añadió que “deberíamos estar hablando de salarios en torno a los 250 mil pesos como mínimo, sin perjuicio
de las demás ayudas que el Estado, complementariamente, pueda otorgar a las
familias de menores recursos”.
Las declaraciones de Baranda
fueron bien acogidas en la UNAP, según lo confirmaron Francisco Iturriaga Steck y Jorge García Castelblanco,
presidente y secretario respectivamente
de esta agrupación gremial, quienes expresaron, sin embargo, que “si bien es
cierto, aplaudimos el planteamiento del subsecretario respecto al salario mínimo,
con igual o mayor satisfacción veríamos una preocupación respecto a los bajos
ingresos que perciben miles de jubilados y montepiadas del país.”
Añadieron los mismos dirigentes
que “en lo que respecta a la UNAP, la jubilación o montepío de centenares de
nuestros afiliados no supera los cien mil pesos, por lo que abogamos para que también se busquen
las fórmulas que permitan que con hechos concretos se remedie esta situación, promoviendo así una mejor
calidad de vida para nuestros asociados y para todos los jubilados y
montepiados”.
“Compartimos el sentir del
subsecretario del Trabajo cuando sostiene que los trabajadores no están
prestando un favor, sino contraprestando un servicio de producción, de tiempo,
cualquiera sea la categoría, lo que constituye un derecho, protegido por la Constitución
y las leyes laborales. Sin embargo y,
aun cuando el compromiso del Ejecutivo es buscar el bienestar de los
trabajadores, no vemos que exista una preocupación o pronunciamiento real
respecto a cómo debería mejorarse también la situación de quienes tras una
larga trayectoria, han dejado la vida laboral activa”, concluyeron Iturriaga y García.
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